lunes, 13 de abril de 2020

CUENTO MOTOR: LLEGO TARDE A ENTRENAR

Un nuevo recurso para jugar con los más pequeños en casa, a la vez que realizamos actividad física, ejercitamos también su imaginación y creatividad.


Accede y podrás DESCARGAR el vídeo completo 
(10 minutos)

jueves, 26 de marzo de 2020

EFFIT GAME

Ya tenemos elaborado la primera versión del EFFIT GAME, un juego de mesa con objetivo motriz, ideal para jugar con los más pequeños en estos días de confinamiento.
Muy sencillo y divertido para que juegue toda la familia!!!
+ RECURSO EF

lunes, 23 de marzo de 2020

INACTIVIDAD DE LOS NIÑ@S DURANTE LA CUARENTENA: EL VALOR DEL JUEGO, LA ACTIVIDAD FÍSICA Y EL DEPORTE

Es en estos momentos de confinamiento, cuando todos extrañamos realizar algún tipo de actividad física, hasta a aquellos que nunca realizan nada en situaciones normales.
Pues imaginemos a los más pequeños, todo el día encerrados entre las cuatro paredes de casa, acumulando esa energía que les sale por todos los poros de su piel.
Es ahora cuando valoramos la importancia de la actividad física, el deporte o simplemente el juego al aire libre.
Lo extrañamos, porque es necesario para nuestra salud física, pero también para nuestra salud psicológica.
Esas actividades tan cotidianas, que en los últimos tiempos las hemos abandonado o no dado la gran importancia que tienen.
Nuestros niños y jóvenes, pasan mucho tiempo delante de las pantallas, con el riesgo de obesidad infantil que acarrea esto, castigamos con quitar del deporte a nuestros hijos por portarse mal o sacar malas notas, no tenemos tiempos para ir a jugar al parque con una pelota, o salir a dar una vuelta con la bicicleta o patinete, todo esto, acciones contraproducentes.
Debemos buscar, durante estos días de confinamiento, actividades que impliquen alguna acción motriz en los niños, actividades en las que se muevan, aunque sabemos que es complicado, por el espacio y carecer de materiales, siempre podemos consultar recursos que nos puedan brindar en webs especializadas y redes sociales.
Otra cosa importante es intentar seguir, en la medida de lo posible, con las rutinas, y evitar el uso prolongado de las pantallas, tanto móviles, tablets como videojuegos, y controlar la ingesta de bollerías y alimentos azucarados.
Esperemos que después de esta situación tan drástica que estamos pasando, valoremos más que el realizar deporte o jugar simplemente, son actividades esenciales para nuestras vidas y que le demos la importancia que tienen, porque cuando nos privan de ellas nuestra salud se resiente.

viernes, 20 de marzo de 2020

7 BENEFICIOS DEL JUEGO EN LOS NIÑ@S.

En la infancia, el juego adquiere una importancia vital, dado que permite al niño explorar el entorno y favorecer las interacciones con los objetos, con el medio, con otras personas y consigo mismo.
Y es que el juego es un asunto muy serio. Los más pequeños se comunican y se expresan a través del juego, se trata de una de las principales formas que tienen de relacionarse con los demás, por lo que será un elemento clave en la definición del comportamiento social de la persona.
A continuación, te resumimos brevemente los beneficios que el juego aporta a los más pequeños:

1- Contribuye al desarrollo físico: Todos los juegos de movimiento tienen un papel relevante en el desarrollo psicomotor de los más pequeños, contribuyendo a la maduración nerviosa y estimulando la coordinación de las diferentes partes del cuerpo. Es a través del juego como se ejercitan la motricidad gruesa y fina, y se desarrollan las capacidades sensoriales.
2- Es un interesante medio de socialización: Mediante las relaciones con otros niños y con los adultos, es como los más pequeños aprenden a conocerse a sí mismos, a construir su representación en el mundo y aprenden las normas sociales necesarias para integrarse en la sociedad. Interesante, ¿verdad?
3- Fomenta la creatividad y la imaginación: Muchos juegos permiten a los más pequeños estimular su pensamiento abstracto y aprender a resolver problemas imaginando posibles soluciones. En este aspecto, destaca el juego simbólico, en el que el niño se inventa su propio mundo a partir de aquello de lo que vive, adaptándolo a sus necesidades.
4- Fomenta el desarrollo intelectual: Jugando se obtienen nuevas experiencias, se cometen aciertos y errores, se aplican los conocimientos adquiridos y se resuelven problemas. El juego estimula el desarrollo de las capacidades de pensamiento, de la creatividad infantil, y crea zonas potenciales de aprendizaje. ¡Todo son ventajas!
5- Permite la adquisición de valores: Como muchas veces hemos comentado en otros artículos, la mejor forma de transmitir valores es mediante la práctica. ¿Y que hay más práctico que vivir un juego, en el que todo nuestro cerebro se concentra en una misma actividad?
6- Fortalece la autoestima: En el juego se activan todos los recursos y capacidades del individuo, siendo un mecanismo de autoafirmación de la personalidad. El juego permite a los más pequeños conocerse mejor, ver sus fortalezas y debilidades y contribuir en la construcción de su autoestima.
7- Y todo mientras lo pasan en grande!: La principal característica que define al juego es la diversión. Para los niños y niñas debe ser un momento de placer, en el que disfruten con otras personas y su entorno, y que se base en una experiencia de libertad. ¡Solo así aprovecharán completamente el aprendizaje del juego!

¿CÓMO ACTÚA LA PSICOMOTRICIDAD EN LOS 4 ÁMBITOS DE DESARROLLO DEL NIÑ@? FÍSICO, EMOCIONAL, SOCIAL Y COGNITIVO

Los niveles de desarrollo global de un niño son el físico, el emocional, el social y el cognitivo.
Estos cuatro ámbitos componen la totalidad de un sólo individuo. Todos ellos van unidos y difícilmente uno puede avanzar si otro está bloqueado. Los menores de 7 años aún tienen pensamiento preoperatorio (lo que sienten, piensan, ven, viven, perciben… es una unidad) y en su proceso de desarrollo, lo ideal es ir cuidando de la globalidad.
La psicomotricidad trabaja estos cuatro ámbitos a través del juego y del movimiento, ya que, desde el propio cuerpo, se realizan todos los aprendizajes, y se perciben y asumen todas las realidades.
Explicaré de qué manera la psicomotricidad actúa y mejora cada uno de ellas.

Mejoras a nivel físico
Quizá este sea el nivel más obvio de explicar: el hecho de “hacer gimnasia” tiene unos beneficios físicos para el niño, mejorando su capacidad física/motora general.
Los niños pueden y deben fortalecer su sistema muscular, favoreciendo la flexibilidad y fuerza, aumentando el equilibrio (estático y dinámico), dominio y conocimiento del propio movimiento corporal. Mejorando la coordinación y la lateralidad.
Y todo esto, además, mejora la calidad del descanso en el sueño.

Mejoras a nivel emocional
Conocer el propio cuerpo, los límites y capacidades aumenta la autoestima y la seguridad en sí mismo. El niño siente que puede valerse él solo para conseguir los propios logros, ya que los movimientos que puede hacer aumentan de dificultad en la medida que él va eligiendo esa dificultad, por tanto es una autosuperación continua.
A través del cuerpo, del movimiento, el niño expresa todo lo que siente y da salida a esos sentimientos, que no quedan reprimidos por falta de expresión verbal, sino que salen y se gestionan en el lenguaje de los niños que es el juego y el movimiento.

Mejoras a nivel social
A través del propio cuerpo, el niño va a llegar al conocimiento del mundo que le rodea, y será a través de lo que ve, toca y siente, la manera en la que irá eligiendo cómo posicionarse en ese mundo que está descubriendo a través de sus sentidos.
El juego simbólico en una sala de psicomotricidad se da de una forma auténtica, ya que ningún elemento o módulo tiene forma o significado concreto, sino que los niños van creando los escenarios que necesitan representar o revivir de su vida real y traerlo a la sala para vivirlos desde la seguridad de un espacio contenido.
Una sala de psicomotricidad favorece el crecimiento a nivel relacional y social de los niños por las propias relaciones que se crean en la sala, con sus conflictos y resolución, con momentos de cooperación, de creación común, de juego compartido, etcétera. Y también por las relaciones que los niños traen de fuera y expresan y resuelven en la sala.

Mejoras a nivel cognitivo
Los movimientos energéticos o vigorosos oxigenan el cerebro y segregan irisina (hormona que activa los genes que participan en la memoria y aprendizaje).
Además de esto, hay conjuntos de ejercicios físicos y movimientos corporales que persiguen mejorar las funciones cognitivas de forma concreta: ejercicios de lateralidad, de enfoque y de energía para coordinar hemisferios cerebrales, lóbulos altos y bajos y zonas anterior y posterior del cerebro.
Esta gimnasia que se especifica en la coordinación cerebral es muy efectiva a la hora de expresar, memorizar, incrementar la creatividad, concentración, facilitar las habilidades lecto-escritoras, etcétera.
Por tanto, cuando hay un bloqueo o dificultad en el aprendizaje, poder activar, coordinar o relacionar las partes cerebrales responsables de este bloqueo, mejora y facilita la continuidad de dicho aprendizaje.

EL JUEGO LIBRE: UNA NECESIDAD PARA EL APRENDIZAJE.


El trabajo de los niñ@s es jugar, y jugar libremente es la manera de que descubran su entorno.
Intentar enseñar a un niñ@ algo que puede aprender por sí mismo no sólo es inútil, sino también perjudicial.
Ayudar al niñ@ para que suba a las barras de equilibrio o a un árbol, advertirles constantemente que se va a caer del tobogán, o intervenir cuando discute con otros niños por un juguete o por quién ha ganado, saber que les estamos haciendo un flaco favor, además del aspecto motor se está comprometiendo tambien su desarrollo psicológico.
Porque el decidir libremente con quién, dónde, cuándo y a qué jugar permite la adquisición de habilidades y destrezas, obliga a aceptar, negociar, pactar, tomar decisiones, resolver conflictos, ensayar, equivocarse, asumir riesgos, sobrepasar límites, y eso mejora la confianza y la resilencia, es decir, la capacidad de sobreponerse de manera optimista a las adversidades.
En la actualidad padres, madres y profesores supervisan las actividades de los niñ@s a escasa distancia y vigilan sus movimientos, sobreprotegiéndolos y privándolos de gran parte de esos aprendizajes.
El resultado es una notable falta de libertad para jugar y explorar por ellos mismos, para desarrollar intereses propios, para aprender a resolver sus problemas, cómo controlar su vida y, sobre todo, sus emociones.
El psicólogo Peter Gray, dedicado a la investigación de las formas en las cuales los niñ@s aprenden de forma natural y en el valor del juego, sostiene en sus artículos que la mejor forma de arruinar el juego infantil es “supervisar, halagar, intervenir”.
Pero el declive del juego libre no es sólo consecuencia de la superprotección de los padres. La tendencia a vivir en ciudades o grandes núcleos urbanos, el aumento del tráfico, los hábitos de vida, los extensos horarios laborales e incluso el tipo de urbanismo y las políticas infantiles desarrolladas durante décadas también han limitado el juego infantil. En las ciudades, los niños y sus juegos han desaparecido de las calles; fuera de los parques infantiles y las zonas de recreo, molestan. “Y a menudo esos espacios de juego público se caracterizan por su seguridad pero no invitan al juego espontáneo y creativo, y en ellos padres y madres supervisan las actividades a escasa distancia”, apunta Jaume Bantulà.
Sin riesgo, no hay aprendizaje
Los niñ@s necesitan poder experimentar situaciones de riesgo para su desarrollo.
En países como Reino Unido, Suecia, Australia o Canadá llevan años trabajando en esa dirección, partiendo de la base de que la asunción de riesgos es algo positivo y saludable para el desarrollo de los niñ@s. Y están actuando en consecuencia. Así lo vemos en las escuelas y parques infantiles, en los que la inclusión de troncos, columpios con neumáticos y suelos con arena y piedras son lo habitual, lejos ya de esos lugares en los que solo encuentran caucho bajo sus pies y plástico en sus manos.
En definitiva, en esta sociedad de las prisas, en la que no hay tiempo para nada, en la que vamos corriendo a todos lados y lo tenemos todo organizado al milímetro, se lo estamos extrapolamos a los niñ@s.
Debemos dejarlos que jueguen solos, tranquilos y a su ritmo, que creen su propia realidad, que se caigan y se levanten por sí mismos, en conclusión que se forjen su propia personalidad, para crear adultos bien desarrollados tanto en el aspecto motriz como en el psicológico.
Y recordar que TIEMPO JUGADO, TIEMPO APROVECHADO.

COMPETICIÓN TÓXICA



Interesante artículo, extraído de la web neuromotricidad.com, que hace preguntarnos si el modelo que se está llevando, es pan para hoy y hambre para mañana, al contrario del modelo de los países nórdicos que funcionan de otra manera, también ellos son el primer mundo por algo.